La gracia de la Navidad -25 de diciembre de 1886- despierta a la heroina dormida. Se traga las lagrimas, sosiega los latidos del corazon y oculta para sí el sufrimiento infantil, para dejar nacer a la mujer que Dios quiere de ella...
QUE TODOS PODAMOS, COMO TERESITA ...
CONVERTIR NUESTRA ALMA CON LA LLEGADA
DE LA DULCISIMA PRESENCIA DEL NIÑO DIOS...
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