Una especie de récord se estableció en la velocidad con que la Iglesia trasladó a Santa Teresa a los honores de los altares. Su práctica de la virtud heroica fue declarado por el Papa Benedicto XV en 1921. Los milagros obrados por su intercesión, se aprobaron dos años más tarde por el Papa Pío XI, quien la beatificó en 1923 y canonizado en 1925 su.
Como leemos en los documentos pontificios emitidos por estos dos pontífices, nos encontramos con un tema predominante destacado: Teresa de Lisieux practica las virtudes de la infancia espiritual. ¿Qué tan importante, entonces, ella es una de las personas santas en los tiempos modernos? Ella es muy importante como un modelo de dependencia infantil sobre la bondad de Dios.
Esto fue expresado admirablemente por Benedicto XV en la alocución cuando le dio el título de Teresa Venerable.
Como leemos en los documentos pontificios emitidos por estos dos pontífices, nos encontramos con un tema predominante destacado: Teresa de Lisieux practica las virtudes de la infancia espiritual. ¿Qué tan importante, entonces, ella es una de las personas santas en los tiempos modernos? Ella es muy importante como un modelo de dependencia infantil sobre la bondad de Dios.
Esto fue expresado admirablemente por Benedicto XV en la alocución cuando le dio el título de Teresa Venerable.
P. John A. Hardon, S.J.
¡Bendito Dios que permitió las cosas de este modo!
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