Pasado el «huracán de gloria» que envolvió a Teresa del Niño Jesús en torno a su canonización y a sus numerosos patronatos, en especial el de las misiones, su culto y su devoción han quedado consolidados y remansados con el tiempo, de modo que hoy es una de las santas más conocidas y populares de la cristiandad. Su imagen, en altar o en repisa, está presente en numerosos templos, especialmente en Europa, América y lugares de misión. Su efigie está mundialmente difundida. Hasta la filatelia y la cinematografía se han ocupado de difundir su faz, su nombre y su mundo.
Sobre todo se ha dilatado y profundizado su influjo en el área del pensamiento y en los dominios de la teología y de la espiritualidad. Es universal su magisterio espiritual como lo ponen de manifiesto sus escritos esparcidos por todo el mundo en continuas ediciones y traducciones a todas las lenguas. Pasado el vendaval del impacto inicial quedan los valores supremos. Sólo los genios superan la hecatombe de la historia. Teresa de Lisieux figura entre los más conspicuos.
Como un hecho constatado por la experiencia general, es reconocida su influencia en la espiritualidad de nuestro tiempo, como la primavera de «un renacimiento espiritual». Esto se ha puesto de relieve últimamente en la relación que se ha hecho de Santa Teresita con la mente, el espíritu y la letra del concilio Vaticano II desde que se la ha considerado como precursora y profetisa del mismo (Sainte Thérèse de I'Enfant-Jésus et I'Eglise du Vatican II, por Thomas Lombard, en Vie Thérésienne, julio, 1970, 135-151).
PP. Tomás Alvarez y Vicente Martínez Blat, ocd.(diccionario de Santa Teresita)
Sobre todo se ha dilatado y profundizado su influjo en el área del pensamiento y en los dominios de la teología y de la espiritualidad. Es universal su magisterio espiritual como lo ponen de manifiesto sus escritos esparcidos por todo el mundo en continuas ediciones y traducciones a todas las lenguas. Pasado el vendaval del impacto inicial quedan los valores supremos. Sólo los genios superan la hecatombe de la historia. Teresa de Lisieux figura entre los más conspicuos.
Como un hecho constatado por la experiencia general, es reconocida su influencia en la espiritualidad de nuestro tiempo, como la primavera de «un renacimiento espiritual». Esto se ha puesto de relieve últimamente en la relación que se ha hecho de Santa Teresita con la mente, el espíritu y la letra del concilio Vaticano II desde que se la ha considerado como precursora y profetisa del mismo (Sainte Thérèse de I'Enfant-Jésus et I'Eglise du Vatican II, por Thomas Lombard, en Vie Thérésienne, julio, 1970, 135-151).
PP. Tomás Alvarez y Vicente Martínez Blat, ocd.(diccionario de Santa Teresita)
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