El caminito de la Pequeña Flor, es un camino en el que todos podemos seguir, porque no es demasiado empinado y sus pasos no están demasiado separados. Se trata de una ruta directa que nos lleva a través de los valles de la humildad y sobre las rocas de la prueba. Es la simple vía normal, igual que nos lleva por en medio de preocupaciones comunes. No conoce desvíos alrededor de los campos de trabajo o las colinas de sufrimiento. Dos signos sin pretensiones marca su curso: "Confianza" y "Amor!" La más pequeña alma que se establecen en este camino y lleva a cabo fielmente, bajo la dirección de la pequeña Teresa, llegará a finales, cargados de preciosas perlas de la oración y los diamantes costosos de sacrificio que ha reunido a lo largo del camino del viaje.
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