Santa Teresita y su hermana, Celina,
construían barquitos de papel,
les ponían nombre como “Abandono”, “Providencia”,
“Amor”, “Paternidad”, y los lanzaban a la corriente.
Cuando un barquito zozobraba se decían una a otra:
“El barquito de la vida debe abandonarse a Dios”.
Santa Teresita del Niño Jesús nació en una familia cristiana,
donde aprendió a orar y confiar en Dios.
Teresita creyó en la fuerza de la oración
y ofreció su oración y su vida por los otros.
De joven, a los 14 años, ora con toda su alma
por el desgraciado Pranzini.
Más tarde, de carmelita,
ora y ofrece su vida por los sacerdotes y misioneros,
incluso por los anónimos y desconocidos.
Teresita ofrecerá su oración eucarística y su última comunión,
ya en el lecho de muerte por la conversión de un sacerdote.
Santa Teresita, Rosa deshojada de amor...ruega por nosotros!
Amen
Gracias. Señor concede la gracia de abandonarme en Ti
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Adri