Cada acto de Teresita es el magisterio de Jesus... eso es su vida, su libro!..
Y no una autobiografia. Teresita es la realidad docente y vivencial
que ilumina los oscuros rincones de la vida humana.



jueves, 30 de septiembre de 2010

“Nisi efficiamini sicut parvuli, non intrabitis in regnum"


"Teresita de Lisieux, con la sonrisa exquisita de su rostro digno del pincel de Leonardo da Vinci, y con su libro, que es una flor de la literatura francesa, ha cautivado al mundo.

Las gentes, sorprendidas de este imperio repentino y universal, se dejan arrebatar por la impetuosa corriente que las lleva hacia ella y se complacen en decir que ha llegado a ser santa sin hacer nada, lo cual parece verdad, aunque no lo sea; y la propia Teresita sonreirá, porque ella, hija de estos tiempos, sabe que hoy es más fácil conquistar y santificar a los hombres convenciéndolos de que no hay que hacer nada extraordinario, que mostrándoles el camino de la Trapa o el martirio.

“¿Cómo quiere que la llamemos cuando esté en el cielo?”, le preguntaron un día las novicias, y ella contestó: “Llámenme Teresita”. Y a su hermana Paulina que la interrogaba: “Nos mirará desde el cielo?”, le responde: “No, bajaré a la tierra”.

Lo ha prometido y lo cumple, y sus manos no se cansan de repartir gracias sobre los corazones que la invocan, porque creen en ella, ablandados por la misteriosa dulzura de esta gota de miel que ha caído sobre la impenitencia y amargura del mundo moderno.

¡Gracias Teresita!

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Santa Teresita...cosa de niños


Teresa de Lisieux es una joven. Alcanzó la madurez de la santidad en plena juventud. Como tal se presenta como maestra de vida evangélica, particularmente eficaz a la hora de iluminar las sendas de los jóvenes, a los que corresponde ser protagonistas y testigos del Evangelio entre las nuevas generaciones.
Santa Teresa el Niño Jesús no sólo es, por su edad, la Doctora más joven de la Iglesia, sino también la más cercana a nosotros en el tiempo; así se subraya la continuidad con la que el Espíritu del Señor envía a La Iglesia sus mensajeors, hobres y mujeres, como maestros y testigos de la fé.

Teresa es maestra para nuestro tiempo, sediento de palabras vivas y esenciales, de testimonios heroicos y creíbles. Por eso es amada y aceptada también por hermanos y hermanas de otras comunidades cristianas e incluso por muchos no cristianos.

Carta Apostólic "Divini Amoris Scientia"
Juan Pablo II

sábado, 18 de septiembre de 2010


Pasado el «huracán de gloria» que envolvió a Teresa del Niño Jesús en torno a su canonización y a sus numerosos patronatos, en especial el de las misiones, su culto y su devoción han quedado consolidados y remansados con el tiempo, de modo que hoy es una de las santas más conocidas y populares de la cristiandad. Su imagen, en altar o en repisa, está presente en numerosos templos, especialmente en Europa, América y lugares de misión. Su efigie está mundialmente difundida. Hasta la filatelia y la cinematografía se han ocupado de difundir su faz, su nombre y su mundo.

Sobre todo se ha dilatado y profundizado su influjo en el área del pensamiento y en los dominios de la teología y de la espiritualidad. Es universal su magisterio espiritual como lo ponen de manifiesto sus escritos esparcidos por todo el mundo en continuas ediciones y traducciones a todas las lenguas. Pasado el vendaval del impacto inicial quedan los valores supremos. Sólo los genios superan la hecatombe de la historia. Teresa de Lisieux figura entre los más conspicuos.

Como un hecho constatado por la experiencia general, es reconocida su influencia en la espiritualidad de nuestro tiempo, como la primavera de «un renacimiento espiritual». Esto se ha puesto de relieve últimamente en la relación que se ha hecho de Santa Teresita con la mente, el espíritu y la letra del concilio Vaticano II desde que se la ha considerado como precursora y profetisa del mismo (Sainte Thérèse de I'Enfant-Jésus et I'Eglise du Vatican II, por Thomas Lombard, en Vie Thérésienne, julio, 1970, 135-151).


PP. Tomás Alvarez y Vicente Martínez Blat, ocd.(diccionario de Santa Teresita)

martes, 7 de septiembre de 2010

Infancia espiritual...


Al releer los documentos papales en las virtudes de Teresa, ciertas características se destacan. Se puede llamar correctamente las cualidades distintivas de la infancia espiritual, que se recomienda a los fieles a imitar. Así, la infancia espiritual:

-No sabe nada de orgullo espiritual. Nunca glorias en cualquiera de sus gracias que recibe de Dios, pero reconoce como regalo de su amor puro.

-Consciente de que los medios naturales no pueden alcanzar la santidad. Sin la oración, los sacramentos, y la cooperación con las gracias recibidas, la santidad es un espejismo.

-No tiene ilusiones de autosuficiencia en peligro y la tentación. petición inmediata para la ayuda divina es la única garantía de poder superar las oleadas de pasión o de las instigaciones del maligno.

-Presupone una fe viva en la existencia de Dios. De hecho, como una persona crece en la infancia espiritual, hay una aguda conciencia de la presencia de Dios en todo lo que uno toca la vida.

-Tiene una confianza práctica en el poder y misericordia de Dios. Así pues, la virtud de la esperanza se vuelve tan fuerte que no importa lo humanamente imposible el camino futuro parece, hay una confianza tranquila que Dios proveerá cuidado amoroso.

-Ha recurrir confiadamente a la Providencia Divina. Se ve la mano de Dios detrás de cada sucediendo llamada, y cree que no hay tal cosa como azar.

Hardon Padre, S.J. es el editor ejecutivo de La fe católica revista