"... La experiencia y la doctrina de Teresa de Lisieux es especialmente importante en nuestros días, cuando los nuevos horizontes se abren para la presencia y acción de las mujeres en la sociedad y en la iglesia. La mujer está llamada a ser" signo de la ternura de Dios hacia la raza humana, y para enriquecer a la humanidad con su "genio femenino". La joven carmelita de Lisieux obtuvo al cabo las dos cosas en su vida y que se puede ver claramente en sus escritos. "
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