Cada acto de Teresita es el magisterio de Jesus... eso es su vida, su libro!..
Y no una autobiografia. Teresita es la realidad docente y vivencial
que ilumina los oscuros rincones de la vida humana.



lunes, 27 de agosto de 2012

POESIAS DE TERESITA: "SANTA CECILIA"
«Mientras sonaban los órganos, Cecilia cantaba en su corazón» (Oficio divino) ... ¡Oh santa del Señor, yo contemplo extasiada el surco luminoso aún me parece oír tu dulce melodía y hasta mí llega tu celeste canto. De mi alma desterrada escucha la plegaria, déjame que descans sobre tu dulce corazón de virgen, inmaculado lirio que brilla en las tinieblas de la tierra con claro resplandor maravilloso y casi sin igual. Castísima paloma, pasando por la vida, no buscaste a otro esposo que no fuera Jesús. Habiendo él escogido por esposa a tu alma, se había unido a ella, hallándola aromada y rica de virtud.(2)... Sin embargo, otro amante, radiante de hermosura y de virtud, respiró tu perfume, blanca y celeste flor. Por hacerte flor suya y ganar tu ternura, el joven Valeriano quiso darte, sin mengua, todo su corazón. Preparó sin demora, bodas maravillosas, retembló su palacio de cantos melodiosos; pero tu corazón de virgen repetía cánticos misteriosos, cuyo divino eco se elevaba hasta el cielo. Tan lejos de tu patria y viendo junto a ti a este frágil mortal, ¿qué otra cosa podías tú cantar? ¿Deseabas, acaso, abandonar la vida y unirte para siempre con Jesús en el cielo? ¡Oh no, que no era eso! Oigo vibrar tu lira, la seráfica lira de tu amor, la de las dulces notas, cantando a tu Señor este sublime cántico: «Conserva siempre puro mi corazón, Jesús, mi tierno Esposo». ¡Inefable abandono, sublime melodía! Revelas el amor en tu celeste canto, el amor que no teme, que se duerme y olvida como un niño pequeño en los brazos de Dios En la celeste bóveda brilló la blanca estrella que a esclarecer venía con sus tímidos rayos a noche luminosa que nos muestra, sin velo, el virginal amor que en el cielo se tienen los esposos... Entonces Valeriano se iluminó de gozo, pues todo su deseo, Cecilia, era tu amor. Mas halló mucho más en tu noble alianza: ¡le mostraste la vida que nunca acabará! «¡Oh, mi joven amigo -tú misma le dijiste-, cerca de mí está siempre un ángel del Señor que me conserva puro el corazón! Nunca de mí se aparta, ni aun cuando estoy dormida, y me cubre gozoso con sus alas azules. Yo veo por la noche brillar su amable rostro con una luz más suave que el rayo de la aurora, su cara me parece la transparente imagen, el purísimo rayo de la cara de Dios».(3),(4) te mostraba sus luces,(5)...,(6). Replicó Valeriano: «Muéstrame ese ángel bello, así a tu juramento podré prestar yo fe; de lo contrario, teme desde ahora que mi amor se transforme en terribles furores y en odio contra ti». ¡Oh paloma escondida en las hondas cavernas de la piedra no temiste la red del cazador! El rostro de Jesús el sagrado Evangelio reposaba en tu pecho y con dulce sonrisa al punto le dijiste: «Mi celeste guardián escucha tu deseo, tú le verás muy pronto, se dignará decirte que tienes que ser mártir para volar al cielo. Mas antes que tú veas a mi ángel, es cosa necesaria que el bautismo derrame por tu alma una santa blancura, que el verdadero Dios habite en ella, que el Espíritu Santo le dé a tu corazón su propia vida. El Verbo, Hijo del Padre, y el Hijo de María, con un inmenso amor se inmola en el altar; tienes que ir a sentarte al sagrado convite de la vida, para comer a Cristo, que es el pan de los cielos El serafín, entonces, te llamará su hermano, y al ver tu corazón ya convertido en trono de su Dios, hará que tú abandones las playas de la tierra, tú verás la morada de este celeste espíritu de fuego». «Mi corazón se quema en una nueva llama -exclamó, transformado, el ardiente patricio-, quiero que el Señor venga y que habite en mi alma, ¡oh, Cecilia, mi amor será digno del tuyo!» Vestido con la blanca vestidura, emblema de inocencia, Valeriano vio al ángel hermoso de los cielos, y contempló, extasiado, su sublime potencia, vio el dulcísimo brillo que irradiaba su frente. El serafín brillante sostenía en sus manos frescas y bellas rosas, y blanquísimos lirios,(7)-,(8) que por único esposo buscarán a Jesús; junto al trono divino, y entre los elegidos, vosotros las veréis alzar su lumbre cual purísimas llamas». ¡Oh, préstame, Cecilia, tu dulce melodía! Quisiera conquistarle a Jesús corazones, y, como tú, quisiera sacrificar mi vida, darle toda mi sangre y el llanto de mis ojos... Haz que yo guste en la extranjera playa (9) el perfecto abandono, del amor dulce fruto. ¡Oh, mi santa querida, haz que vuele a tu lado, muy pronto y para siempre, muy lejos de la tierra...! 28 de abril de 1894 NOTAS P 2 - SANTA CECILIA28 de abril de 1894. - Compuesta para: Celina al cumplir los veinticinco años, unida a la Cta 161. - Publicación: HA 98 (diez y siete versos corregidos). - Melodía: Himno a la Eucaristía: Dieu de paix et damour, o bien Prends mon coeur, le voilà, Vierge, ma bonne Mère.«la historia de Cecilia» ¿no es acaso una parábola profética de «la historia de Celina» (cf Cta 161)? Teresa intenta «balbucir» las relaciones que descubre entre virginidad, matrimonio y martirio. No desprestigia la admiración de su hermana por el matrimonio; sin embargo, la orienta hacia una fecundidad espiritual todavía mayor: la de la virginidad consagrada.«ternura de amiga» hacia Cecilia, su «santa predilecta» (Ms A 61vº; cf Cta 149), que es por encima de todo «la santa del abandono».«caminito».Breviario romano (22 de noviembre) y de Sainte Cécile et la société romaine aux deux premiers siècles de Don Guéranger (1875). (1) Los versos «¡Inefable abandono ... en los brazos de Dios» son ya una especie de anticipo del «caminito». (3) Cf el comentario de san Juan de la Cruz a la canción 35 del Cántico Espiritual. (4) En 1889 Teresa descubrió ya, no sólo la Faz dolorosa, sino también la Faz luminosa de Jesús; cf Cta 95. Veintiún veces la menciona en sus Poesías. Cf P 13. (5) Cf Ms A 61vº. Teresa seguirá el ejemplo de Cecilia llevando constantemente el Evangelio sobre su corazón. (6) En estos once versos condensa Teresa lo esencial de la iniciación cristiana. (7) 2, final, nota; RP 5,1rº; CA 16.8.4); de ahí una cierta envidia en los ángeles. Estas palabras del ángel desarrollan una idea muy querida de Teresa, la de la superioridad del hombre sobre el ángel (P 7,9,1; P 8,2,2; Cta 83; RP (8) Esta pincelada delicada y muy teresiana precisa la índole específica del apostolado de Cecilia y Valeriano: al elegir la castidad perfecta, engendran espiritualmente una posteridad a imagen de sí mismos, enamorada de la virginidad (cf la exclamación de Teresa en el borrador de PN 26: Poésies II. p. 178). (9) Estos cuatro últimos versos datan sin duda de mayo de 1897. Fecha: Este primer poema espontáneo de Teresa es también una especie de «Primera Sinfonía» por su extensa composición, el entrelazado de los temas, un cierto aire de nobleza y la disposición en grandes estrofas. Es un mensaje para Celina, que se ha quedado sola junto a un padre anciano y casi inconsciente. Aunque se ha consagrado a Dios con un voto privado, Celina se siente tentada por el matrimonio. Teresa acaricia el sueño de tenerla a su lado en el Carmelo (Ms A 82rº). Para seducirla sin violentarla, recurre al lenguaje poético: Pero este poema es también un canto personal en el que Teresa quiere expresar su Pronto hará Teresa de ese abandono una de las componentes fundamentales de su Teresa toma los elementos históricos de su poema del Oficio propio del flores abiertas, todas, en el jardín del cielo bajo el rato de amor del Astro creador. «¡Oh, queridos esposos, a los que el cielo ama -así les dijo el ángel del Señor las rosas del martirio servirán de corona a vuestras frentes, y no hay lira ni voz que cantar pueda este inmenso favor. Yo que vivo abismado en mi Dios y contemplo sus encantos, no puedo ni inmolarme ni sufrir por su amor, ofrecerle no puedo la sangre de mis venas ni el llanto de mis ojos, yo no puedo morir para expresar mi amor. La pureza es del ángel brillante patrimonio, su inabarcable gloria nunca terminará; ¡mas vosotros, mortales, sobre el ángel tenéis la gran ventaja de poder ser muy puros y de poder sufrir! .................................................... «En estos blancos lirios perfumados estáis viendo vosotros el misterioso símbolo de la virginidad, que es el dulce presente del Cordero. Coronados seréis con la blanca aureola, por siempre y para siempre vuestro canto será el cántico nuevo. Vuestra unión casta engendrará a otras almas (1) que dejas al pasar;

No hay comentarios:

Publicar un comentario